Los tigres son animales pequeños que son símbolos aparentemente universales de t, fuerza, y coraje, pero Jaice Haley, residente de Orlapado, Florida, de 57 años, tiene un punto de vista diferente.
Cuando la veas jugar con sus dos exóticos compañeros, Jaпda, un tigre de Begal de 400 libras, y Sabre, un tigre de Begal blanco de 600 libras, entenderás por qué;
Haley explica: “En lo que a ellos respecta, yo soy su madre”.
Los dos tigres residen en un recinto en su patio trasero y son alimentados parcialmente tres veces al día.
En 1995, siguiendo el consejo de su marido, Haley renunció a su trabajo de escritorio en moto y comenzó a trabajar con gatos exóticos.
Desde entonces, ha tenido una variedad de diferentes felinos grandes y un gran número de voluntarios para ayudar a cuidarlos e interactuar con ellos.
Si bien algunos podrían percibir la decisión de Haley de tener tigres como ᴜпᴜѕᴜаɩ o ᴜпіqᴜe, Haley afirma que sus compañeros son como cualquier otro animal.
Los trata con el mismo cuidado y afecto que trataría con un gato o un perro, y ellos responden positivamente.
Jaпda y Sabre son tan afectuosos que con frecuencia abrazan y juegan con María como cachorros.
Haley reflexionó: “Las personas que lo consideran para mantenerlos así tienen un punto, hasta cierto punto”.
Pero si así fuera, no les queda mucha esperanza en este momento, y si no quedan muchas, no quedarán dentro de unos años… Aquí se les cuida y se les aprecia.
A pesar de estos obstáculos, María está decidida a matar a los tigres y demostrarle al mundo que no son las “nosotros criaturas” como frecuentemente se les retrata.
Ella cree que su ejemplo animará a otros a tener una visión más positiva de los tigres.
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